El drama de ser una Jane Doe

O el drama de ser una doña nadie, una cualquiera entre millones de desconocidos que pugnan por ser alguien en el sector creativo. Como yo soy una de tantas cuyo nombre no se escribe con letras de oro, me convierto en presa fácil para todos aquellos que se nutren bajo cuerda de las ideas ajenas sin reconocimiento alguno para el creador o inspirador original. Es decir, el drama cotidiano de la apropiación indebida del patrimonio inmaterial de otro: sus ideas

En el mundo anglosajón Jane Doe es el seudónimo que se aplica a personas o cadáveres sin identificar implicados de algún modo en una causa legal. Viene a ser una pobre diabla a la que nadie busca, reconoce o parece importarle su existencia y/o paradero. Extrapolado al ámbito creativo, sería esa emprendedora solitaria sin padrinos, sin referencias o respaldos corporativos de renombre, que no se come un colín aunque pueda parir una idea por segundo sin dolor.
Si presentas un proyecto a una empresa por libre iniciativa, espérate lo peor: la callada por respuesta y un plagio sutil por inspiración inducida.

Yo no plagio. Fue mi ordenador que es muy inteligente...más que yo

Yo no plagio. Fue mi ordenador que es muy inteligente…más que yo

Por desgracia, hablo con gran conocimiento de causa y efectos. Por primavera de 2012 tenía un proyecto creativo con otras dos socias que se fue al traste pero antes de eso, buscábamos posibles partners para nuestra idea y contacté personalmente con una firma de té de autor muy conocida, no sólo en Barcelona sino a nivel internacional. En principio se mostraron encantadas de conocer todos los detalles de nuestro proyecto, aunque sólo pude y quise revelar que se trataba de una idea que hermanaba té y micronarrativa. Encantadísimas me llamaron al móvil, mandaron correos pidiendo información fresquita en cuanto nos fuera posible facilitársela. Eso nunca ocurrió pues el triunvirato se vino abajo y el proyecto quedó en agua de borrajas.

Agua de borrajas, ideal para hacerse unas gárgaras

Aunque el proyecto de nanoliteratura no se basaba para nada en el té, pensé que merecía la pena crear un proyecto personalizado, exclusivo y único para esa marca que tan receptiva e interesada se había mostrado. Así que me puse manos a la obra y en un tiempo récord de tres días les presenté una idea con cara y ojos: un maridaje de sus tés más exclusivos e historias hiperbreves que bauticé como A CUENTO DE TÉ. Para que el proyecto tuviera una cierta solidez profesional, involucré por la filosa a una amiga maquetista y excompi de trabajo, y a una polifacética artista chilena, que un buen día conocí por las redes sociales.

Así que, agradecida y emocionada con mis amigas, envié el proyecto por email esperando una respuesta positiva. Transcurrieron no sólo semanas sino meses sin recibir ni un simple gracias. Mosqueada por su desprecio y vituperio, envié un último mail incendiario alegando que todo el material enviado estaba protegido por mi copyright y que no tenían ni derecho ni permiso a utilizarlo de forma alguna, ni como inspiración lejana.
¿A ti te contestaron? A mí tampoco. El mosqueo se tornó en cabreo; busqué por internet noticias frescas de la «desagradecida» marca de té y su displicente autora y di con una reveladora entrevista que le hicieron a la no-suso-dicha en agosto en la que declaraba que estaba preparando un librito de ilustraciones y relatos de viajes contando sus experiencias con el té… Por mi parte, no hay nada más que añadir, excepto un par de Almax y algún omeprazol.

Con un poco de azúcar en el té esa píldora que os dan, NO pasara mejor.

Con un poco de azúcar en el té esa píldora que os dan, NO pasara mejor.

Aunque ya venía escarmentada de otras experiencias similares, fui una ilusa al pensar que el talento por sí mismo vence y convence a cualquiera de colaborar con individuos anónimos que puedan responder o no a la Ley de los Seis grados, que aboga por contratar a un conocido o mejor si es amigo.
Soy una rara avis en vías de extinción que reivindica la obra por encima del autor, el poema por encima del poeta y la trayectoria personal por encima de la persona. Deseo más que nada que llegue el día en que mi trabajo hable por mí y yo pueda callarme de una puñetera vez.

museo_silencio_copia_copia

8 comentarios en “El drama de ser una Jane Doe

  1. Cada día me sorprendes más y mejor,que se caguen con el té,que según cómo lo tomes puede tener fatales consecuencias;) de todas maneras estás viva para reirte d todos estos muertos de hambre:) muaaa

    Me gusta

  2. Pues sí, toda una sorpresa… no sé, es una tontería, pero me gusta pensar que en otros países se cuidan más estas cosas, pero aquí parece un deporte nacional el coger las ideas de otras y plasmarlas en un power point que justifique sueldos absurdos..

    Me gusta

    • En la cultura latina, es una tópico demasiado extendido que las ideas son obra de las musas y le pertenecen a cualquiera.
      ¡¡Mentira!! No todo el mundo tiene buenas y originales ideas ni sabe plasmarlas en formatos que aporten sorpresa, motivación y belleza.
      Pero es lo que hay y así se debe asumir, Beauseant.

      Me gusta

  3. Vaja, em sap greu. Pero no crec que sigui un tema de ‘latinos’ o no. He vist el mateix a molts altres llocs, des d’alemania als USA i dins el concepte latino que hi inclous?: un de Ginebra es tan ‘latino’ com un de Cadiz. En canvi un de Brasil d’ascendencia polaca o un argentí d’ascendencia alemana no son latinos.
    El pack aquest de ‘los latinos’, ‘los mediterraneos’, ‘los del Sur’ son así no em convens gens.

    Per cert, perque no dones els noms? No es tan dificil escriure el que ha passat sense acusar a ningu pero expossant els fet i aixi qualsevol que fes una cerca sabria qui actua malament, supossadament 🙂

    Me gusta

    • Xavier, se dice el pecado pero no el pecador porque estas malas praxis son tan comunes que lo importante -desde mi punto de vista- es indicar el qué más que el quién. Pero no tengo problemas en decírtelo en «privado» si te interesara saberlo.
      Por otro lado estoy parcialmente de acuerdo en que no se debería meter en el mismo saco y bajo la misma etiqueta ciertos comportamientos socio-laborales que son comunes al sistema y no tanto a las naciones o incluso a individuos puntuales. Pero sí creo que entre los «latinos» hay una falta de ética y un individualismo chulesco pernicioso hacia los demás que quizá otros pueblos con tendencias sociales más sólidas no practican, como los fineses o daneses, por citar algunos.
      En fin, gracias por tu comentario, que me ha hecho reflexionar aún más sobre este lacerante episodio. Corramos un estúpido velo pues ya no tiene remedio. 😉

      Me gusta

  4. ok corramos un ‘tupido velo’ com tu dius 🙂 , pero en els pobles s’aplica a rajatabla aixo de dir el pecat pero no el pecador. Resultat: sospita i desconfiança generalitzada i bons i dolents en el mateix sac. Es el regne del ‘tu ya sabes’, ‘tu ya me entiendes’ i el ‘ya sabes de quien hablo’. Explicar la propia versió no es acusar, es explicar i permetre que l’atre doni la seva versió.
    P.:S Els suecs fins els anys 90 etiquetaven als finesos de ‘llatins’ i als danesos de ‘vagos’ o pagesos. Ara les coses han canviat i a dinamarca els suecs son vistos com emigrants de segona 🙂

    I despres de tot aixo, una abraçada. M’encanta haver-te retrobat i llegir-te.

    Me gusta

Deja un comentario